sábado, 16 de octubre de 2010
BELLO ES EL ROSTRO DE LA LUZ
Bello es el rostro de la luz, abierto
Sobre el silencio de la tierra; bello
hasta cansar mi corazón, Dios mío.
Un pájaro remueve la espesura
y luego lento en el azul se eleva,
Y el canto le sostiene y pacífica.
Así mi voluntad, así mis ojos se levantan a ti;
Dame temprano la potestad de comprender el día.
Despiértame, Señor, cada mañana,
Hasta que aprenda a amanecer,
Dios mío, en la gran luz de la misericordia.
Las vacaciones y es la perfecta oportunidad para disfrutar el tiempo libre en familia. Es el momento de recuperar las horas que dejamos de dedicarle a nuestros seres queridos durante el año por causa de otras ocupaciones. Este un tiempo propicio para recuperar en familia objetivos que quedaron en el camino o volver a proponernos metas que nos harían mejor. El descanso nos brinda una oportunidad de encuentro con nosotros y con los demás, para analizar nuestra calidad de vida. Ante todo, le doy gracias a Dios: por lo aportado, por lo enseñado, por lo compartido, por lo buscado, por lo encontrado y lo que aún sigue pendiente; por los sueños y por las presencias; por las palabras dichas y los silencios acompañados. Gracias a Dios Dios mío por permitirme estar unos cuantos días con mi familia, lo cual no ha dejado de ser para mí un tiempo de formación.